martes, 24 de abril de 2012

El Futuro de los Estados de Bienestar Europeos


Los días 16 y 17 de abril se ha celebrado en la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid el XXIII Seminario Permanente de Economía y Administraciones Pública organizado por la Fundación José Ortega y Gasset- Marañón y Goberna América Latina sobre “Futuro del Estado de Bienestar”. El seminario ha abordado este tema de la máxima actualidad a través de la participación de expertos académicos en cada uno de los temas abordados y así como de los representantes de dos de los think-tanks españoles más influyentes, la Fundación Ideas y la Fundación FAES.
Según los ponentes, los Estados de Bienestar europeos se enfrentan a la crisis económica actual en condiciones desiguales. En el caso de
España, la crisis económica ha impactado en su Estado de Bienestar con enorme fuerza. Por otro lado, nuestro Estado de Bienestar es aún modesto y sin haber logrado consolidarse ni alcanzar en generosidad a de los europeos, se ve obligado a reinventarse. Por otro lado, debido a que las bases del modelo productivo han demostrado tener pies de barro, se produje la paradoja de que nuestro Estado de Bienestar presenta problemas de sostenibilidad cuando más necesario se hace para los ciudadanos.
Los ponentes han mostrado que el crecimiento económico no es suficiente para garantizar la cohesión y que para lograrla es imprescindible la existencia de políticas redistributivas. Igualmente, se ha demostrado que los países con Estados de Bienestar más generosos son también aquellos en los que hay menor desigualdad, mayor desarrollo ecónomo y una democracia de mejor calidad. Cada uno de los intervinientes ha realizado propuestas novedosas en distintos sectores de política que tratan de conciliar los retos de sostenibilidad fiscal con los de profundización en la justicia social. Finalmente, se ha argumentado a favor de un nuevo paradigma, que algunos llaman el de la Inversión Social, para el Estado de Bienestar que venga a corregir las limitaciones de las propuestas neoliberales que no consiguen expresar los deseos de los ciudadanos europeos.
Aunque los europeos consideran que puede recortarse en algunos sectores de política pública concretos, como la defensa o las infraestructuras, se muestran mayoritariamente a favor de sostener colectivamente sistemas sanitarios, educativos o de pensiones de cobertura universal y claramente contra de modelos residuales, solo para los más desfavorecidos, en estas políticas. Junto con el apuntalamiento de estas políticas clásicas, en los distintos debates se ha discutido la idoneidad de la activación, la flexi-seguridad, el contrato único o diversas iniciativas para corregir la creciente pobreza infantil.

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